REALIDAD
LOW COST
La revolución de volar:
mitos y verdades sobre las low cost
Con la apertura de las aerolíneas low cost a la Argentina en enero de este año, más personas cuentan con la posibilidad de volar, pero este negocio trajo consigo un sinfín de mitos que provocan desconfianza en esta innovación turística.
Por: Candelaria Dabusti.
“Las aerolíneas low cost son inseguras”. “Contaminan el medio ambiente”. “Tienen un peor servicio y sus aeropuertos no están cuidados”. Estas son algunas de las cosas que se dicen sobre esta forma económica de viajar, aunque no siempre podemos guiarnos por lo que se dice.
​
Gracias a la apertura de las aerolíneas de bajo coste en el país a principio de este año, volar ahora está al alcance de muchos. Por eso, resulta inevitable cuestionarse: ¿Cómo hacen las compañías de bajo coste para tener precios tan bajos y permanecer rentables? Si funcionaron correctamente en Europa, ¿por qué acá se las mira con desconfianza?
Flybondi fue la primera aerolínea low cost en instalarse en la Argentina, seguida por Norwegeian Airlines. Por ello, fue fuertemente criticada. Acá es dónde nos cuestionamos, ¿es todo lo que se dice sobre las low cost cierto?
.png)
.png)
“Las aerolíneas low cost son inseguras, usan aviones que están casi descontinuados”
Según Alejandro Tres, ex CFO de Flybondi, no compran aviones descontinuados, sino que se rigen por un sistema de leasing. Esto trata sobre alquilar aviones por un plazo determinado con la ventaja de poder renovar el contrato o bien de poder comprar esos aviones, a un precio menor, cuando el contrato se venza. Este sistema lleva regulaciones estrictas, si estas no se cumplen las empresas de alquiler como BBAM, GE Capital Aviation Services, Avolon, SMBC Aviation Capital y MC Aviation Company (a las que Flybondi recurre) pueden quitarle el avión a la aerolínea.
Los precios bajos se deben a una reducción en costos de servicio y a una política empresarial distinta, pero no a una reducción en la calidad de los activos fijos, como lo son los aviones.
​
Las aerolíneas low cost suelen despegar y aterrizar en aeropuertos alejados de la zona urbana. De acuerdo con Tomás Insausti, titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), las tasas que estos aeropuertos cobran a las aerolíneas por despegue y aterrizaje, estacionamiento y uso de la aerostación son inferiores a los que cobran aeropuertos céntricos. Tal es el caso de Flybondi, que opera desde el Aeropuerto El Palomar, ubicado a 26 kilómetros del Obelisco. A su vez, los viajes no se realizan en horarios pico (7 a.m.- 9 a.m.), ya que en esos horarios alquilar las pistas es más caro; sino que aprovechan los horarios de baja demanda para aminorar el costo del vuelo.
Además, en el caso de Flybondi, la empresa lleva una política de contratación de proveedores distinta: no se les permite recibir regalos, gesto común en este tipo de negocios. “Cuando estaba por cerrar un contrato les pedía a los proveedores un 5% o 10% adicional de descuento para que no nos hagan regalos porque no los podíamos recibir”, cuenta Alejandro Tres, ex CFO de Flybondi.
De acuerdo con Alejandro Tres, este es un negocio en el que un accidente con fatalidades no permite que una aerolínea low cost sobreviva, a diferencia de una aerolínea tradicional que tiene más respaldo. El margen de error de las aerolíneas low cost es significantemente menor, por lo que los recaudos son mayores.
“Las aerolíneas low cost contaminan más el medio ambiente y a los barrios que rodean sus aeropuertos”
Es común que se crea que los aeropuertos de estas aerolíneas, al estar situados en barrios residenciales, pueden molestar y contaminar sus alrededores, pero la experiencia del medio “El Cometa” comprueba que no siempre es así.
La contaminación sonora no es tan notoria, porque no se oyen a los aviones despegar o aterrizar, en el caso del Aeropuerto El Palomar.
Según la página oficial de Flybondi, los aviones que utilizan estas aerolíneas son de igual calibre que los de las aerolíneas comerciales, por lo que el combustible utilizado es el mismo (el “JP-1” o “Avgas”) y por ende, la contaminación también. Utilizan los Boeing 737-800, un modelo de avión proveniente de los Estados Unidos.
Por otro lado, Flybondi lleva una política verde en la que evitan el uso del papel para hacer publicidad. Se rigen únicamente por redes sociales. Ellos mismos declaran en su página oficial: “Somos prudentes y cuidadosos con los recursos. Fomentamos la cultura digital. No utilizamos papel”.
“Las aerolíneas de bajo coste tienen un peor servicio y sus aeropuertos carecen de funciones básicas”
Las aerolíneas de bajo coste no incluyen servicios que las aerolíneas tradicionales sí y que tienen una enorme incidencia en las tarifas de los pasajes.
Prescindiendo de dichos servicios, se reducen enormemente los gastos y así vuelven al precio de sus pasajes, accesible para muchos.
La clase ejecutiva, los salones VIP y las millas aéreas son 3 conceptos propios de las aerolíneas tradicionales. Las aerolíneas de bajo costo no cuentan con clase ejecutiva ya que la existencia de diversas clases hace que el espacio dentro de la aeronave no sea explotado al máximo.
​
La compra de un pasaje en una aerolínea low cost incluye el asiento y el traslado de un equipaje de mano de hasta 6kg. En caso de llevar un equipaje en la bodega, el pasajero debe comprar ese servicio aparte. Para la compañía FlyBondi, el equipaje de mano extra tiene un costo que ronda entre $159 y $500, dependiendo del trayecto. El equipaje en bodega (de hasta 20kg.) tiene un costo de entre $339 y $600.
Además, estas no disponen de un servicio de comida y bebida incluido, sino que hay que pagar aparte. Los tripulantes de cabina pasan con un “carrito de comida” y uno elige en el momento. La oferta es variada y los precios rondan entre los $30 y los $90.
​
Las funciones generales de una aerolínea sí las cumplen, pero por métodos alternos. Por ejemplo, Flybondi dispensa de gastos como el uso de colectivos “Intercargo”. Alejandro Tres comenta que, para remplazarlos, compran colectivos de línea de cinco años de antigüedad y los reacondicionan dentro y fuera, para que lleven los colores de la aerolínea. Esto reduce los costos a gran escala y cumple la misma función que los “Intercargo”.
Por otro lado, El Palomar cuenta con las mismas áreas que el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini y que el Aeroparque Internacional Jorge Newbery. Tiene un mostrador para hacer el check-in, una puerta de embarque y otra de arribos, instrumentos para medir las valijas, y demás. El problema suele presentarse a la hora de llegar al aeropuerto, según la experiencia del medio El Cometa. En el caso del Aeropuerto El Palomar, hay poca señalización que indique cómo llegar allí. Como muchos pasajeros se dirigen en transporte público, puede parecer confuso por la falta de señalética, pero esta medida no tiene que ver con las aerolíneas en sí sino con una responsabilidad del partido de Morón.
“El surgimiento de las low cost tiene un efecto en la economía de los argentinos”
Aunque todavía no hay registros oficiales del Ministerio de Transporte, empleados de Flybondi aseguran que el establecimiento de estas aerolíneas le abre las puertas a volar a la gente que antes no podía. Como parte del Manifiesto de la empresa, lo que quieren es “evitar la burocracia”, darles la oportunidad a todos de volar.
Con la implementación de la compañía en el Aeropuerto El Palomar buscan generar puestos de trabajo. En su página oficial facilitan la postulación para puestos de trabajo, invitando a los usuarios a enviar su currículum vitae y exponiendo la bolsa de trabajo de la compañía.
Julian Cook, CEO de Flybondi, declaró al medio oficial de la compañía: “el impacto de esta medida es directo y medible: en 7 meses más de 470.000 personas viajaron en Flybondi, de las cuales 80.000 viajaron en avión por primera vez en su vida”. Además, esta compañía está expandiendo sus rutas de cabotaje progresivamente. El medio oficial de la empresa anuncia que la última ruta que va a lanzarse conecta Córdoba y Corrientes. Se abrirá en noviembre de este año y será la primera en trazar una ruta que conecte directamente estas dos provincias. Según, Julian Cook: “Por cada millón de personas que vuela, se generan aproximadamente 3.000 puestos de trabajo indirecto en hoteles y restaurantes”.
Curiosidades
Galería de fotos
Secciones
Formamos parte del diario
Seguinos en nuestras redes sociales:
