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Un día 360 en Parque Costanera

Por Lucila Rotella 

En octubre de 2013, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires inauguró el Parque Costanera . Éste fue creado para la práctica de los deportes urbanos, uno de ellos el BMX . Hoy en día es uno de los deportes más practicados por la sociedad argentina y seleccionado para los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires.
 

Entre los pasos que golpean las calles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se escucha el pasar de autos y colectivos, el rodar de motos, patinetas, rollers y bicicletas. En Parque Costanera la sinfonía de verde y asfalto se mezcla con el sonido de personas volando en aviones y bicis. Inaugurado en octubre de 2013, es el primer parque temático multidisciplinario que tiene la ciudad para practicar deportes urbanos.

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Los grises de las nubes y pistas, el sol, el pasto y el arte en los graffitis se mezclan con las imponentes máquinas del puerto. Un grupo de jóvenes de entre 14 y 25 años bordean con sus patinetas y bicicletas BMX lo que solía ser el boliche Pacha. Entre ellos pasa una bici fucsia con rueditas, una niña de 5 años trata de mantener el balance.

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La amistad no tiene límites, lo demuestra la falta de reparos que tienen estos jóvenes, en su mayoría varones, al momento de relacionarse. No importa el tamaño de la rueda, si es una bici o una patineta o un par de rollers,  si es un adulto, un universitario o un nene de 10 años. Allí no hay diferencias, sino tribus de deportes que conviven entre sí, que comparten los mismos espacios, sentimientos y adrenalina.

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En el pasto entre pistas, las familias y amigos acompañan con mate, facturas, sacan fotos y alientan los trucos logrados y las resilencia de los deportistas. Ellos también lo viven como su plan de fin de semana. No es fácil para ellos ver cómo su hijos y amigos se golpean y frustran, pero su compañía provee energía para seguir intentando.

Crédito Donna Candia

Cada “tribu” respeta su espacio. Skaters, los que andan en rollers, los que practican BMX, y quienes todavía no saben hacia dónde ir, conviven. Entre ellos se alientan, enseñan y admiran. Con respecto al espacio donde se practica BMX, hacen filas esperando su turno, observan como el compañero hace su circuito, en qué se equivoca, y aceptan las críticas de sus compañeros del deporte. Cuando terminan, escuchan los consejos de sus observadores y compañeros: “Tenes que tirar el manubrio para adelante”, "¡No pares!". Los más grandes instruyen a los más chicos o menos experimentados, aconsejándoles donde comprar lo que necesitan para tener una mejor bicicleta de BMX, donde están los mejores precios y equipamientos.

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En esta comunidad de jóvenes que practican BMX, entre diferentes personalidades, comparten todos una misma pasión, Pero no todos lo practican de la misma forma. Para algunos se trata de un pasatiempo, un entretenimiento de fin de semana. Para otros es su vida, una carrera a seguir. Se nota a simple vista quién quiere vivir de este deporte y quién no. Cuando Juan se cae, vuelve a intentarlo con más energía y concentración, no se queda a un costado charlando. Busca ir hacia adelante, dominar el truco. Tras él un joven en pantalón corto y auriculares sigue por el sendero tras terminar el circuito un par de veces.

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Entre el cielo y las nubes, el motor de los aviones se escucha por encima del parque, todos voltean a verlos. Ellos van llenos de gente distinta, igual que el Parque Costanera donde incluso a las 19 sigue el sonido de las ruedas. Juan, sobre su bicicleta, se pregunta cómo será volar sin sentir el aire en la piel. Ni él ni sus amigos se imaginan estar en el aire sin la adrenalina que traen sus bicicletas.
 

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Crédito Donna Candia

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